La plasmaféresis, también conocida como terapia de intercambio de plasma, es un procedimiento médico que elimina sustancias nocivas como anticuerpos o toxinas de la sangre. Se utiliza comúnmente para tratar enfermedades autoinmunes, neurológicas y crónicas.

En el síndrome de Guillain-Barré, la plasmaféresis elimina los anticuerpos dañinos que atacan los nervios, lo que reduce los síntomas y acelera la recuperación al ayudar a prevenir un mayor daño a los nervios.

No, el procedimiento no suele ser doloroso. Algunos pacientes pueden sentir una ligera molestia por la inserción del catéter, pero el tratamiento en sí suele ser bien tolerado y seguro.

La cantidad de sesiones varía según la afección que se esté tratando. En casos agudos como el síndrome de Guillain-Barré, los pacientes pueden necesitar de 3 a 5 sesiones en un período corto, mientras que las afecciones crónicas pueden requerir tratamientos continuos.

Si bien la plasmaféresis es generalmente segura, existen riesgos potenciales que incluyen presión arterial baja, reacciones alérgicas o infecciones en el lugar del catéter. Nuestro equipo médico monitorea de cerca a cada paciente para minimizar estos riesgos.

La mayoría de los pacientes pueden reanudar sus actividades normales poco después del procedimiento. Algunos pueden sentirse un poco fatigados, pero la recuperación suele ser rápida.

Los pacientes con enfermedades autoinmunes, trastornos neurológicos, afecciones hepáticas y ciertos problemas cardiovasculares pueden beneficiarse de la plasmaféresis, especialmente cuando otros tratamientos han sido insuficientes.

Muchos planes de seguro cubren los tratamientos de plasmaféresis. Comuníquese con nosotros para verificar si su proveedor de seguros lo acepta y para obtener más información sobre el proceso de cobertura.